¿Te estas lavando correctamente el pelo?

La frecuencia:

¿Cada cuánto tiempo deberíamos lavarlo? La gran mayoría de personas dice que se lo lava a diario creyendo que es lo mejor, pero esta frecuencia no es la correcta ya que, haciéndolo así lo único que conseguiremos es que el pelo se ensucie más. El pelo de los humanos como el de muchos otros animales, está protegido por aceites naturales que eliminamos con cada lavado, por lo tanto, si lo lavamos mucho, provocaremos que se genere una sobreproducción de estos aceites y se nos engrasará el pelo mucho más.

Lo correcto es lavarlo día si y día no como muy pronto, mínimo un día sin lavar entre cada lavado.

Aplicar el champú:

Lo primero y fundamental es que el pelo este bien mojado y masajearlo solo con agua para aprovechar al máximo el champú y generar la espuma correctamente. Después deberemos aplicar el producto adecuado para cada tipo de cabello y cuero cabelludo mediante un buen masaje para estimular bien la circulación del cuero cabelludo intentando llegar a todas partes incluyendo la zona de detrás de las orejas y la nuca, las dos grandes zonas olvidadas más frecuentemente. Casi todo el mundo se pone el champú en las raíces y en la parte de arriba de la cabeza para frotar y generar espuma y la que sobre, es con la que se frotan en el resto de las zonas. Lo adecuado seria frotarlas con champú hasta que salga espuma, no solo con la de arriba ya que a alguna parte de estas zonas les cuesta mas transpirar y suelen ser por esto las más sucias de la cabeza.

El acondicionador:

Una vez nos hemos aclarado bien la cabeza, exprimiremos suavemente el agua sobrante y aplicaremos el acondicionador solo de la mitad de la cabeza hasta las puntas.

Debemos dejarlo actuar mínimo un par de minutos para que penetre bien y después asegurarnos de aclararlo bien.

Temperatura del agua:

El agua muy caliente nos debilitara el pelo y el cuero cabelludo dejándolo deshidratado y provocándonos seguramente sensación de picor y sequedad. Lo mas recomendable es una temperatura de agua tibia, que nos eliminará igualmente la grasa sin dañar el pelo y el cuero cabelludo. Si al terminar todo el proceso de lavado y acondicionado le dar un remojón con agua fría sellaras las cutículas y así conseguirás un pelo de aspecto más brillante y sedoso.

El secado:

Este acto es crucial para mantener sano nuestro pelo ya que hay muchos factores que tener en cuenta para hacerlo correctamente sin estropearlo.

Lo habitual es que lo frotemos con una toalla cualquiera hasta que deja de gotear ¡Error!

Lo adecuado es enrollar todo el pelo en una prenda de microfibra y que esta absorba toda el agua sobrante sin estrujar el pelo, mas bien acariciarlo y lo ideal seria dejarlo secar al aire libre ya que las planchas y secadores tienen altas temperaturas y deterioran las fibras capilares. Si tienes que usar uno de estos, deberías de usar siempre un protector de temperatura para el cabello, para crear una barrera y mantener las temperaturas siempre bien controladas e intentar que la frecuencia de uso de planchas y secadores sea mínima.