Otra de las preguntas frecuentes en consulta es esta, si se puede disimular la cirugía las primeras semanas o como se puede disimular la intervención para que no se note mucho.
Cuando un paciente se decide, se le explican muy bien todas las fases por las que va a pasar. La recuperación es un proceso relativamente corto, pero con incomodidades varias. Si quieres saber más sobre el postoperatorio de un injerto capilar pincha aquí y te dirigirá a un artículo en el que hablamos sobre todo este proceso en nuestro blog.
La primera fase es en la que las heridas están cicatrizando y la apariencia puede ser algo antiestética, pero se pueden hacer varias cosas al respecto para disimular un poco esta etapa. Para ello debemos saber cuáles son los principales signos que podrían señalar que te has realizado un injerto capilar para así poder identificarlos y saber qué hacer.
Por norma general casi todos los pacientes optan por raparse la cabeza (se puede hacer sin rapar, pero es más laborioso), esto ya supone un cambio de aspecto bastante notable además de que en las primeras semanas se puede producir una leve hinchazón, algo de enrojecimiento y pequeñas costritas y puntitos blancos en las zonas intervenidas en cirugía.
Antes de la cirugía: Lo más habitual es raparse la cabeza, pero también se puede realizar sin rapar por “ventanas” en el caso de hombres y mujeres que tengan el pelo largo y no quieren rasurarse. Esto es, rapando solo las zonas de donde se van a extraer los folículos (zona donante) y el área donde vamos a injertar los folículos (zona receptora) por franjas y dejando que a capa superior de pelo largo tape la zona y no se aprecien las zonas intervenidas. El único inconveniente es que, al realizarse así, se disminuye bastante la cantidad de folículos a la que se puede optar ya que hay que dejar muchas zonas sin tocar para que tapen las zonas intervenidas.
Tras la cirugía: Las zonas intervenidas van a presentar signos de ello, no son muy dolorosos ni graves, pero si incomodos y algo antiestéticos como comentábamos antes y mucho mas detalladamente en otro artículo de nuestro blog. Hay que remarcar que son efectos completamente habituales y temporales y que comenzarán a desaparecer a partir de la segunda semana si realizamos todos los cuidados que nos indiquen en consulta.
Para disimular, tras los primeros 10 días una vez que los folículos implantados ya estén arraigados y no corran riesgo de que se desprendan podemos taparnos la cabeza con un sombrero, una gorra o un pañuelo bonito que nos guste evitando así que nos de el sol directamente en la zona que está cicatrizando y disimular el injerto.
Dejarse barba o perilla es otra opción muy resultona si no quieres usar gorra ya que así desviarás toda la atención de la vista a la distribución del pelo en la cara donde antes no tenías. También podrías usar productos cosméticos especializados para ello, pero siempre consultando a tu médico especialista antes y respetando los tiempos de recuperación y cicatrización para no provocar una infección.
Normalmente los pacientes se intervienen en su periodo de vacaciones y así no tener la necesidad de cubrir la zona si no se quiere mostrar y pasar el periodo de recuperación y cicatrización más tranquilo.
No obstante, hoy en día realizarse un injerto capilar está muy normalizado y un alto porcentaje de los operados no tienen problema en normalizar la situación sin necesidad de ocultarlo, es más se sienten orgullosos de ello y lo muestran con orgullo.
22/09/2021