Los primeros trasplantes de pelo fueron desarrollados en Japón en la década de 1930 y retomados de nuevo por equipos médicos en Finlandia en los años 50, dónde se extraían punches de varios milímetros de diámetro y se implantaban estos mechones en la zona a cubrir sin los materiales quirúrgicos adecuados ni conociendo en profundidad el desarrollo de la alopecia androgenetic,a con lo cual se despoblaba la zona y los mechones quedaban separados unos de otros dando ese desagradable aspecto de pelo de muñeca.
En pleno siglo XXI, esto nunca debe ocurrir si nos ponemos en manos de los profesionales adecuados y clínicas que brinden unos resultados óptimos empleando instrumental moderno y vanguardista, microscopio, lentes de aumento en las operaciones y demás instrumental.
Además hoy en día conocemos lo suficiente sobre el cabello y las unidades foliculares para que los resultados de un implante capilar sea completamente natural y ya se pueda decir para siempre, “adiós pelo de muñeca, adiós”.
14/04/2020
